martes, 2 de febrero de 2010

Joseph Mallord William Turner "El naufragio"


Éste es un tema que Turner tratará en numerosas ocasiones. Las aguas del mar aparecen definidas aquí de una manera muy compacta, mostrando la lucha del bote contra el mar embravecido, tema relacionado con la pintura de lo sublime al reflejar la lucha del propio hombre. Se produce una identificación emocional con las figuras del bote, produciendo así terror en el espectador. Esto muestra la capacidad de la pintura de despertar emociones que en la actualidad puede resultar más leve porque estamos más acostumbrados a este tipo de imágenes a través de los medios de masas. También recoge la catarsis de Aristóteles, ya que son obras que afecta al espectador, pero no directamente, por lo que se siente a salvo de esa angustia en la seguridad de su casa. La iluminación tiene un carácter dramático, con una gran claridad en el primer término, el mar, fuertemente dramatizado por el contraste con el fondo oscuro. La composición es una diagonal que se corta con otra más corta (el mástil), mostrando la influencia del Barroco.
Joseph Mallord William Turner
Turner es el artista de mayor relieve en la Inglaterra de la primera mitad del siglo XIX. Su obra es muy amplia y reiterativa, encontrándose gran parte de ella en la Tate Gallery Formado en la tradición del paisaje topográfico ingles en el taller de Thomas Malton, influyéndole también la obra de Girtin, con quien trabajó en una serie de acuarelas. Viajará por Europa, donde le influirá la tradición del paisajismo clasicista. De Lorena será vital para Turner y sus composiciones, muy estudiadas, utilizando composiciones de bastidor con elementos a los lados que anclan la obra; y también por la luz, de gran esplendor y que será su objetivo último en el final de su vida, antecediendo al Impresionismo. En cuanto al color, acude al círculo cromático que ya intuyó Delacroix. Al igual que Goethe se preocupó también por la teoría del color, reuniendo en ella un afán científico y humanista. Turner también sufre la influencia de la pintura holandesa de Ruysdael, Hobeman, Rembrandt, que se manifiesta en su afición por los paisajes fantásticos. En 1802 realiza un viaje por Europa, dirigiéndose a Francia y a Suiza, donde recogerá impresiones de los Alpes y paisajes de alta montaña, de lo sublime. En 1817 viaja a Bélgica, Holanda y el Valle del Rin y en 1819 irá a Venecia, dode le influirá especialmente la atmósfera del color. Tras este viaje, Turner regresará tres veces más a Italia.

Parte de esta información lo he cogido de telecable.es
Para mi este cuadro da un aire de terror y desperpierta emoción y a mi por lo menos me encantaría estar dentro de ese cuadro.

2 comentarios:

  1. No hay aportación personal y no citas de dónde has sacado la información

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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